El jefe de la Armada chilena: “El quiebre de la democracia de 1973 no se puede repetir ni en Chile ni en ninguna parte del mundo”

“Yo siempre supe que en mi mandato me iba a tocar la conmemoración de los 50 años”, dice a EL PAÍS el comandante en jefe de la Armada chilena, Juan Andrés de la Maza (Santiago, 59 años). El almirante habla con un tono tranquilo y pausado. Es el tono de alguien que parece llevar mucho tiempo meditando y esperando este momento y lugar. El lugar es Isla Dawson, en el extremo sur de Chile, a unos 100 kilómetros de Punta Arenas, en el Estrecho de Magallanes y donde, entre 1973 y 1974, su institución, la Armada, mantuvo un centro de detención de presos políticos. Fueron traídos hasta aquí apenas las Fuerzas Armadas, lideradas por el general de Ejército, Augusto Pinochet, perpetraron el Golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973 que arrancó con una dictadura de 17 años. Entre ellos, hubo cientos de partidarios del derrocado presidente socialista Salvador Allende y miembros de su Gabinete, como sus ministros José Tohá y Orlando Letelier.

Tohá, quien fue ministro de Interior y de Defensa de Allende, es el padre de la ministra del Interior de Gabriel Boric, Carolina Tohá. De Dawson salió con desnutrición. Murió en 1974 en el Hospital Militar, en Santiago, después de evidentes torturas. Letelier, canciller y también exministro de Defensa, fue asesinado en 1976 en Washington, cuando la Dina, la policía secreta de Pinochet, puso una bomba en su auto.

Decir que esta es una gélida mañana en Isla Dawson es poco. De la Maza está vestido de uniforme y su gorra blanca de almirante, y las de decenas de marinos que han colaborado en esta conmemoración se mezclan entre los gorros de lana de colores que llevan puestos la mayoría de los 30 exprisioneros y sus familias. Han llegado en aviones de la Fuerza Aérea y en buques que la misma Armada ha puesto especialmente para una ceremonia que, junto al almirante, ha liderado la ministra de Defensa de Boric, Maya Fernández Allende, nieta de Salvador Allende.

El almirante conversa con ex presos politicos durante el homenaje.
El almirante conversa con ex presos politicos durante el homenaje.CRISTIAN SOTO QUIROZ

De las barracas y galpones por donde el viento y el frío se colaban sin pausa no quedan vestigios. Dawson, un lugar de ejercicios de la Armada, es desde 2010 monumento histórico de Chile. Y, desde este 13 de junio, tiene una placa que dice: “En este lugar funcionó, entre el 21 de diciembre de 1973 y el 26 de septiembre de 1974, el campo de concentración de detenidos políticos de Río Chico, Isla Dawson, instalado por la dictadura cívico militar. Para que nunca más”.

De la Maza, que para el Golpe tenía nueve años, ha caminado por la isla entre los exprisioneros y sus familiares. Ha escuchado sus historias, sus discursos, y ha tomado café con ellos en la intemperie. Esta es la tercera vez que muchos de quienes estuvieron detenidos acá regresan al lugar. Pero es la primera que un comandante en jefe de la Armada ha decidido participar. “Cuando asumí como comandante en jefe, hace casi dos años, fue un mandato constitucional por cuatro años, no por 17″, dijo con ironía, en referencia a los años de Gobierno de Pinochet. Es una frase que ha valorado especialmente el exdiputado y exalcalde Camilo Salvo, el exprisionero de Dawson de mayor edad, 88 años. “Lo que ha dicho es que se somete a la Constitución y la ley, y que no va usar la fuerza para quedarse el tiempo que se le ocurra”, comenta.

Poco antes, De la Maza ha comentado a este periódico: “Estar aquí viviendo lo que lo que vivieron hace 50 años, en una época compleja en nuestro país, sin desconocer lo que pasó, para nosotros como institución es una muestra de que es verdad que queremos avanzar en esto”.

Pregunta. ¿Qué significa avanzar, ahora que está en un espacio de memoria?

Respuesta. Avanzar en el sentido de lo que como país nos ha costado seguir construyendo en estos 50 años, desde el 11 de septiembre de 1973. Y lo que pasó no puede volver a repetirse. Uno del pasado aprende cosas para no repetirlas.

De la Maza fue nombrado a la cabeza de la Armada en junio de 2021. Y esta no es la primera vez que viene Isla Dawson, pero sí la primera en la que está junto a los exprisioneros. “Yo quise venir a conocer como una iniciativa mía. A mí no me lo impuso nadie”.

P. ¿Por qué se decidió a hacerlo?

R. Porque hay que ser empático; no abstraerse del sentimiento que embarga a muchas personas. Hay que ponerse en el lugar de la otra persona.

De la Maza dice que el 97% de los marinos nacieron después del Golpe de Estado, y un 50% que lo hizo después de 1990. “Cuando yo le pregunto a los jóvenes, con quienes me relaciono mucho porque fui director de la Academia Politécnica Naval, ¿qué es el 11 de septiembre? Lo más cercano que se acuerdan es de las Torres Gemelas”, dice.

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