Mal uso de los anticatarrales: «El error principal es seguir indicaciones de amigos o familiares»
No hay medicamento sin efectos secundarios. Tampoco los anticatarrales, pese a que la mayoría de ellos se vende sin receta, están exentos de riesgos, como ha recordado en diciembre la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) con la pseudoefedrina, para la que ha establecido nuevas limitaciones de uso en pacientes con hipertensión y enfermedad renal graves.
Precisamente, favorecer una correcta automedicación con los medicamentos para la gripe y el resfriado es una de las preocupaciones de la Consejería de Salud de Andalucía. Con este propósito, Carlos García Collado, subdirector general de Farmacia y Prestaciones, explica que su departamento está elaborando materiales, disponibles en la web del Servicio Andaluz de Salud, dirigidos a la ciudadanía.
«Los medicamentos no curan estas enfermedades, sino que van dirigidos a paliar los síntomas, por lo que es necesario valorar el balance beneficio/riesgo de su utilización», comprende García Collado. Señala que hay que ir más allá de su eficacia y seguridad global y tomar en consideración a cada paciente concreto, según las contraindicaciones, advertencias y limitaciones de uso de los fármacos.
Como con cualquier otro fármaco, «la utilización de estos medicamentos debe regirse por el uso racional. Deben utilizarse siguiendo las recomendaciones del profesional sanitario, ya que se debe valorar no solo su indicación concreta, sino el estado general del paciente», coincide Gonzalo Aparicio, director general de Prestaciones y Farmacia de La Rioja.
Para Natalia Rilla, del Comité de Seguridad del Paciente de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap), «el error principal es no consultar a un profesional sanitario cualificado, como es el farmacéutico y, en su lugar, seguir indicaciones de amigos o familiares».
El arsenal de anticatarrales es amplio y variado en su composición, ya que forman parte de la receta de estos productos analgésicos y antiinflamatorios, antihistamínicos, vasoconstrictores (como la pseudoefedrina y fenilefrina para la congestión nasal), expectorantes y antitusígenos, detalla Rilla.
PERSONALIZACIÓN
A la hora de asesorar en la elección del mejor medicamento para cada persona, la farmacéutica afirma que se debe atender a los síntomas y características del paciente, comorbilidades y tratamiento de base, e informar de la posología y duración del tratamiento. «Las poblaciones más vulnerables son los niños, por la necesidad de ajustar dosis, y los pacientes frágiles y polimedicados», comprende.
Muchos de estos medicamentos presentan contraindicaciones, como enfermedad cardiovascular, hipertiroidismo, diabetes, hipertrofia benigna de próstata y glaucoma de ángulo cerrado. También pueden estar contraindicados en pacientes en tratamiento con fármacos como antidepresivos inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO).
La portavoz de Sefap indica que en las consultas de los médicos de familia lo más frecuente es recomendar el uso de analgésicos y antipiréticos, como paracetamol e ibuprofeno, y medidas no farmacológicas, como una adecuada ingesta de agua y reposo.
Ante la presencia de tos, aclara que «se debe explicar al paciente que es el mecanismo natural de expulsión de las secreciones, por lo que su supresión podría llevar a una obstrucción de la vía aérea. No obstante, cuando la tos es no productiva e impide el sueño se pueden prescribir antitusivos».
«En el ámbito de Atención Primaria en general se realiza un uso prudente de los medicamentos en estos procesos, aunque es muy importante seguir insistiendo en evitar la prescripción de antibióticos», advierte Rilla.
Desde las oficinas de farmacia, «uno de los puntos clave que se subraya en el abordaje de gripes y resfriados es que los antibióticos no son eficaces para tratarlos; no deben usarse, y menos como automedicación», añade Carlos Fernández Moriano, responsable de Divulgación Científica del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos.
«El que la mayor parte de los medicamentos anticatarrales pueda adquirirse sin necesidad de receta refuerza la función del farmacéutico para garantizar un uso adecuado», observa el experto del Consejo. El experto comprende que hay que incidir en «la importancia de respetar las dosis indicadas y la duración del tratamiento, tanto con medicamentos orales como con descongestionantes de administración nasal».
PSEUDOEFEDRINA Y FENILEFRINA
En Europa, el Comité de Farmacovigilancia (PRAC) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) acaba de concluir una revisión sobre la seguridad de la pseudoefedrina y su asociación con el síndrome de encefalopatía posterior reversible (PRES) y vasoconstricción cerebral reversible (RCVS), efectos adversos potencialmente graves y mortales.
A raíz de su informe y para evitar estos riesgos, la Aemps señala que debe evitarse en pacientes con hipertensión no controlada o grave o con enfermedad renal grave (aguda o crónica) o fallo renal. Mientras, en Estados Unidos, la agencia FDA ha advertido que la eficacia de la fenilefrina no sería superior a un placebo.
Hay alternativas a estos dos compuestos, apunta Fernández Moriano. Si la congestión nasal, asociada a procesos como gripes o alergias, es muy molesta, «se puede recurrir a otros fármacos descongestionantes, que se usan sobre todo a nivel local de la mucosa nasal, como tramazolina, nafazolina, oximetazolina y xilometazolina. Es común también su combinación con otros fármacos, como antihistamínicos, como clorfenamina, analgésicos o antiinflamatorios, como paracetamol, ibuprofeno, aspirina, e incluso antitusivos como dextrometorfano o codeína».
ERRORES
Conocer los errores que se cometen con más frecuencia en la automedicación con anticatarrales puede ayudar a evitarlos. Fernández Moriano alerta que es habitual utilizar descongestionantes nasales más tiempo del indicado, «que suele ser tres días máximo», lo que aumenta el riesgo de efecto rebote.
Combinar varios principios activos en un único medicamento aumenta el riesgo de problemas. «Puede resultar cómodo, pero hay que valorar cada caso, porque puede ser más adecuado un único fármaco específico para tratar el síntoma predominante o más molesto y evitar tomar otros no imprescindibles», expone el Fernández Moriano.
Además, con estos fármacos compuestos es más fácil incurrir en duplicidades, advierte Arantza Viamonte, del CIM del COF de Navarra: «Especialmente si se utiliza paracetamol y antigripales que lo contienen, lo que conduce a un consumo elevado de dosis».
Hay más errores en las dosificaciones, «tanto por exceso como por defecto», sostiene Viamonte. Si bien reconoce que la sobredosificación es más preocupante, «hasta un 32% de usuarios usan dosis más bajas y, por tanto, ineficaces».
Pese a que el uso de anticatarrales no se recomienda en niños, «es algo que parece incumplirse sistemáticamente, incluso en las consultas de Atención Primaria». La experta recuerda que un estudio publicado en Anales de Pediatría en 2016 concluía que existe un elevado porcentaje de prescripción de anticatarrales en menores de 14 años, y que el 85% de estas prescripciones se consideran inadecuadas. «No hay que olvidar que es el tercer grupo de medicamentos más frecuentemente comunicado en las intoxicaciones por fármacos en la infancia», resalta.
María José Calvo, subdirectora general de Farmacia y Productos Sanitarios de Madrid, comprende que las revisiones de la seguridad de los medicamentos, como la que atraviesa en estos momentos la pseudoefedrina en el Europa, «están a la orden del día, lo que demuestra que el sistema de farmacovigilancia funciona y permite tomar las decisiones que resulten más oportunas para velar por la seguridad del paciente».
En el caso de los medicamentos para el tratamiento sintomático de las infecciones respiratorias, no sujetos a prescripción médica y englobados en el autocuidado, entiende que «es muy importante la notificación de los efectos adversos de los que se tenga sospecha, a través de los correspondientes sistemas de farmacovigilancia».
CONSULTA DEL MÉDICO
Los resfriados comunes en personas sin patologías crónicas no suelen revestir mayor importancia. «Una adecuada educación sanitaria debería facilitar el automanejo de la enfermedad por parte de los pacientes», comprende José Tomás Gómez Sáez, coordinador del Grupo de Trabajo de Respiratorio de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
«Otra situación clínica son los pacientes con inmunodeficiencias, patologías respiratorias crónicas o pacientes añosos. La aparición de una gripe conlleva un incremento de mortalidad e ingreso hospitalario en estos pacientes», alerta el experto de Semergen.
Asimismo, hay que tener en cuenta si hay síntomas de alerta que obliguen a derivar al médico, entre los que indica la persistencia de fiebre, cambios en el color de la expectoración o dificultad respiratoria. «El papel de la farmacia comunitaria en estos casos es esencial».