El uso de edulcorantes: ¿cuáles son los riegos y beneficios?

El 15 de mayo, la Organización Mundial de la Salud dio a conocer su última recomendación para el uso de los edulcorantes sustitutos del azúcar, un grupo de productos definidos como todas las sustancias endulzantes sintéticas o extractos naturales que no sean clasificadas como azúcares naturales

La recomendación que hace la OMS es que los sustitutos del azúcar no se utilicen como medio de control del peso. Hoy explicaremos brevemente en qué se basa la OMS para hacer tal recomendación.

¿En qué se basó la OMS para su recomendación?
El análisis que ha permitido hacer esta recomendación de la OMS consistió en una búsqueda de los estudios publicados entre 1 de enero del 2017 y el 26 de julio de 2021 que examinaron la relación entre el uso de los edulcorantes sin azúcar y una serie de parámetros de los participantes, entre ellos:
• El peso
• Desarrollo de prediabetes y diabetes tipo 2
• Enfermedades cardiovasculares
• Cáncer
• Caries dental
• Enfermedad renal crónica
• Conducta alimentaria
• Preferencia por lo dulce
• Estado de ánimo y comportamiento
• Asma y alergias en niños


De las más de 8.000 publicaciones identificadas, se escogieron para el análisis un total de 370 estudios, los que incluyeron 283 investigaciones epidemiológicas realizadas en adultos, niños, mujeres embarazadas y poblaciones mixtas.
Los resultados indicaron que en un pequeño grupo de investigaciones, llamado estudios clínicos aleatorios, se observó que el uso de edulcorantes sin azúcar causó una pequeña reducción en el peso corporal en adultos, sin efectos significativos sobre la salud del corazón.
Este efecto fue más pronunciado cuando los voluntarios cambiaron el uso de bebidas azucaradas por bebidas con edulcorantes sustitutos. Los autores explicaron que esta es una consecuencia obvia, pues se espera que las personas que están consumiendo mucha azúcar y ganando peso lo pierdan al cambiar a una bebida sin azúcar.

El consumo de edulcorantes y el aumento de peso
Por otro lado, los estudios en grupos de voluntarios seguidos durante cierto tiempo encontraron que una mayor ingesta de bebidas edulcoradas sin azúcar estuvo asociada al aumento de peso y a un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, y a una mayor mortalidad por todas las causas.
Otro tipo de estudios, llamados de casos y controles, encontraron una asociación —aunque con evidencia de certeza muy baja— entre el uso de sacarina y el cáncer de vejiga, sin haber encontrado otras asociaciones significativas con otros tipos de cáncer.
Los estudios en niños no fueron concluyentes. Y los estudios en mujeres embarazadas encontraron que el uso de edulcorantes sin azúcar estuvo asociado con un mayor riesgo de parto prematuro y con un mayor peso en el recién nacido. Ambas evidencias —aclaran los autores— tuvieron una certeza de evidencia baja y muy baja, respectivamente.
Por otro lado, la asociación con un mayor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 y enfermedades del corazón es interpretada por algunos expertos como un sesgo de selección, pues en su mayoría son personas con esas condiciones las que más consumo tienen de los edulcorantes sustitutos del azúcar.
En resumen, se concluye que el consumo de edulcorantes sin azúcar no confiere ningún beneficio a largo plazo en la reducción del peso en niños o adultos, y que su uso a largo plazo puede quizás estar asociado con posibles efectos no deseados, tales como un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos.
De esos estudios se deriva entonces la única recomendación que hace la OMS, que los edulcorantes sin azúcar no deben ser utilizados como medio para lograr el control del peso.
Dicha recomendación no se generaliza a personas que ya tienen diabetes y que usan los edulcorantes sin azúcar como parte de una alimentación saludable.

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